domingo, 27 de mayo de 2012

El Agro en la Revolución Bolivariana



La prioridad de la gestión agrícola de la Revolución Bolivariana ha sido la justicia social y en tal sentido ha dado grandes pasos: el rescate de tierras ociosas y propiedad del Estado o de latifundios; la distribución de estas tierras entre familias campesinas, algunas de las cuales no disponían de espacio ni para sus viviendas; cancelación de una deuda histórica, con la devolución de tierras a pueblos indígenas; prohibición de la pesca de arrastre. Esta gestión ha sido causa del asesinato de centenares de campesinos y actos como la promulgación de las Leyes de Tierras y de Pesca fueron motivos, durante los años 2001, 2002 y 2003, de las acciones golpistas de entonces.

Por otra parte, la Revolución ha puesto en marcha programas e instituciones para el financiamiento agrícola y la asistencia técnica al productor. De manera paralela otorga títulos de tenencia de tierra, que facilitan el financiamiento para quienes jamás tuvieron acceso a crédito alguno. Estas acciones avanzan lentamente, pero con mayor firmeza en la medida que esas instituciones financieras y de investigación están mejor articuladas y comprometidas con los objetivos estratégico de soberanía alimentaria y justicia social y no con intereses de la oligarquía nacional o del imperio.

La Revolución inició también un proceso de industrialización y hoy se fabrica en el país maquinaria agrícola y se instalan plantas para el procesamiento y preservación de productos del agro. Sin embargo, el contenido más profundo del pensamiento agrícola de la Revolución no marcha integralmente, a pesar de que sus conceptos: agricultura ecológica, prohibición de transgénicos, sustitución de agroquímicos contaminantes; privilegio de fertilizantes orgánicos; producción de semillas; mejoramiento genético del ganado, son enunciados sobre los cuales insiste el Comandante Chávez, líder de la Revolución. La realidad es otra y para  que se haga esa revolución agrícola es necesario el cambio previo de hábitos impuestos por las trasnacionales que controlan los insumos agrícolas y del adoctrinamiento que recibe el estudiante de esta profesión quien, en el ejercicio profesional y la labor de asistir al productor, persiste en métodos agresivos de cultivo, uso de agroquímicos e insecticidas contaminantes, conforme a la enseñanza que recibió y a las instrucciones de sus superiores. No es extraño por ejemplo, que el financiamiento agrícola que el Estado otorga se oriente hacia un modelo agrícola depredador y contaminante y se le niegue al propósito ecológico y a métodos agrícolas armoniosos con la naturaleza.

Esta realidad no empequeñece la justicia social que despliega la Revolución Bolivariana, pero ella tiene un compromiso ante Dios con la humanidad: desarrollar una agricultura respetuosa, en armonía con la naturaleza. Es éste por cierto, el camino hacia su propósito estratégico de soberanía alimentaria de Venezuela.

Para que esa revolución agrícola se haga realidad, hay que llevar a la práctica los conceptos enunciados por Chávez y comenzar por la concientización del campesino y del profesional que lo asiste, en métodos y recursos para una agricultura ecológica. Esa Revolución del agro debe comprender también aspectos tales como el rescate de métodos ancestrales, el desarrollo de tecnologías inexistentes, para estos métodos y la creación de un sistema intermodal de transporte de cabotaje para el agro, entre otros.

Artículo: Rafael Flores
Fuente: CBCR

Manuela la insepulta de Paita




* Haga click para escuchar el capitúlo
http://www.fileden.com/files/2010/5/20/2865769/Manuela%20Insepulta.mp3

Fuente: Narrado por:  Porfirio Torres
Investigación, Guión y Musicalización: Jorge Mier Hoffman
Ingeniería de grabación: Amilcar Vizcaíno
De la Serie UN ENIGMA LLAMADO BOLIVAR
Premio Nacional de Periodismo Mención Única Bicentenaria 2011

sábado, 19 de mayo de 2012

Las Confesiones de Manuela Sáenz - El Destierro


* Haga click para escuchar el capitúlo
http://www.fileden.com/files/2012/2/6/3261060/1Destierro.mp3

Fuente: Narrado por:  Porfirio Torres
Investigación, Guión y Musicalización: Jorge Mier Hoffman
Ingeniería de grabación: Amilcar Vizcaíno
De la Serie UN ENIGMA LLAMADO BOLIVAR
Premio Nacional de Periodismo Mención Única Bicentenaria 2011

domingo, 13 de mayo de 2012

La invasión paramilitar



La invasión de los paramilitares en mayo de 2004 por la finca Daktari no es una intrusión externa, sin conexiones con la vida nacional. Empresarios, medios de comunicación privados, oposición política y oficiales conspiradores cómplices operaron como Quinta Columna que financió, escondió, apoyó y justificó a los sicarios.

La invasión de los paramilitares era la salida desesperada de una oposición que sabía que iba a perder una consulta electoral. Fracasados el golpe de abril de 2002 y el sabotaje petrolero de 2002 y 2003, convocaron los opositores un referendo revocatorio que las encuestas mostraban como un seguro fiasco. Una perturbación mayor del orden público suspendería la temida derrota electoral, arrojaría la culpa de la suspensión sobre el gobierno, abriría el camino hacia un nuevo asalto violento al poder.

La invasión de los paramilitares estaba planeada como detonador de acciones más complejas. El magnicidio del Presidente o la perturbación del orden público al intentarlo serían acompañados de una cortina de humo mediática destinada a confundir al pueblo y a legitimar un nuevo pronunciamiento golpista, posiblemente acompañado de intervención extranjera.

La invasión de los paramilitares fue sólo uno de los episodios de un plan mayor estadounidense que persigue el dominio sobre los recursos naturales y la mano de obra de América Latina mediante un corredor estratégico llamado Plan Puebla-Panamá, que utilizaría a México y América Central como un puente hasta una Colombia ocupada por bases estadounidenses, que a su vez sería usada, dentro del llamado Eje del Pacífico, como país halcón contra los planes de integración y revolución latinoamericana. Para ello es indispensable un desproporcionado gasto militar. En mi libro La Paz con Colombia señalo que la Hermana República mantenía 459.687 efectivos en su Presupuesto de Defensa para 2007 y gastaba unos 22.000 millones de dólares en gastos bélicos, un 6,5% de su PIB (Caracas, Minci, 2010). En artículo del 11 de mayo de 2012 en Aporrea, señala José Gregorio Piña que “en el quinquenio 2006-2010 los gastos militares de Venezuela fueron el 10,7% del total de países de la UNASUR, mientras que los de Colombia en el mismo lapso fueron el 17% de ese total; es decir, que Colombia gasto 59% más que Venezuela; no es la resta entre ambos porcentajes, sino la proporción entre ambos porcentajes. En términos de los respectivos PIB, Colombia gastó 174% más que Venezuela, es decir, casi el triple”.

La invasión de los paramilitares fue el prólogo de la aplicación de ese poderío armamentista en acciones de mayor magnitud, como la agresión de Colombia contra Ecuador con apoyo y dirección de Estados Unidos en 2008, y las operaciones de espionaje e intervención planeadas por el presidente Uribe contra Ecuador, Venezuela y Colombia en la llamada Operación Orión, que el ministro Tarek el Aisami documentó en la Asamblea Nacional en 2011.

La invasión de los paramilitares es silenciosa. En su país de origen, nadie reconoce oficialmente su existencia ni admite la extensión de sus poderes. En Venezuela, gran parte de los medios privados ocultó su presencia con un apagón comunicacional. Cuando una cadena nacional reveló su existencia, la disimularla alegando que se trataría de un montaje noticioso. Ahora imponen sobre la agresión y sus secuelas un interesado olvido.

La invasión de los paramilitares prosigue. La delatan la multiplicación de denuncias sobre cobros de peaje y alcabalas en estados fronterizos dominados por la oposición. La progresión de señalamientos de su presencia en otras regiones, hasta las colindantes con la Guayana Esequiba. El crecimiento del sicariato, que cuenta ya dos centenares de víctimas entre los dirigentes agrarios y decenas entre los sindicalistas urbanos. La multiplicación de crímenes horrendos, con agravantes de ensañamiento y detalles macabros, que parecieran no tener otro fin que sembrar el pavor en la población y sugerir que las autoridades son incapaces de contenerlos. La progresiva suplantación de nuestra hampa artesanal por una delincuencia organizada con disciplina, armamento y financiamiento militar. La proliferación de industrias en las cuales invierten narcos y paramilitares: bingos, casinos, prostitución, transporte y comunicaciones (El Tiempo.com, 2 -6- 2005). Como explica Darío Azzellini en entrevista con Marcelo Collussi: “En una primera fase ese paramilitarismo colombiano comenzó a penetrar Venezuela desde el punto de vista económico. De hecho tiene el control de muchos sectores aquí, con fincas y toda una logística que le permite tener lugares seguros para actuar y replegarse cuando es el momento. En territorio nacional controla el contrabando de gasolina de Venezuela hacia Colombia, y eso es un negocio muy grande. Controla el narcotráfico, y se puede suponer, a partir de los datos que han ido saliendo a luz recientemente, que controla también el contrabando de alimentos. Si tienen ya montada la estructura para el contrabando de la gasolina, pueden aprovechar eso perfectamente para contrabandear cualquier otra cosa, alimentos para el caso. Y con eso, justamente, se ve el perfil desestabilizador que habría en ese contrabando: se provoca el desabastecimiento, lo cual ayuda a la ingobernabilidad en Venezuela. De hecho, en Colombia los paramilitares tienen el control de una buena parte del acopio de leche. Por ello es que podría deducirse que en el actual desabastecimiento de la leche en Venezuela estarían estas organizaciones, manejándose con un criterio político en definitiva. Además de eso, se dan otros fenómenos del paramilitarismo colombiano dentro de territorio venezolano, como por ejemplo la colaboración con ganaderos. Muchos de los sicarios responsables de las muertes de líderes campesinos de Venezuela (186 desde el año 2001 cuando aparece la Ley de Tierras) son colombianos. Y eso es muy fácil de saber, porque simplemente se los identifica por su acento. Hay muchos testimonios al respecto. Se sabe de la presencia de paramilitares colombianos en Venezuela, aunque todavía no estén actuando como formaciones armadas tal como hacen en Colombia. De momento los asesinatos que provocan son selectivos, y actuando en grupos pequeños, de dos o tres personas. No son las masacres enormes como habitualmente hacen en Colombia (Argenpress: “Venezuela ante la encrucijada militar”, 22-2-2008).

La invasión de los paramilitares prefigura lo que sería un gobierno de la oposición que los importó. Incapaz de acceder al poder por vía electoral, lo buscaría por golpe de fuerza como en abril de 2002, por invasión extranjera como en 2004 o por combinación de ambos. Para sostenerse recurriría a los más brutales expedientes de la cultura de la muerte. Pactos con el diablo o con paramilitares convierten al lacayo en amo. Gobierno que se sirve del paramilitarismo concluye sirviéndolo. El paramilitarismo es una ideología, pero también una sociología, una economía, una política. Las industrias infames del paramilitarismo, narcóticos, juego, prostitución, extorsión y sicariato dominarían la vida nacional. Un poder divorciado de las mayorías las reprimiría en exclusivo beneficio propio. Políticos y Estado no representarían al pueblo, sino a la violencia ilegal que intentaría aniquilarlo. La riqueza de Venezuela sería repartida como botín de traficantes. Mandadero de poderes mayores, el paramilitarismo abriría la puerta a las bases militares extranjeras. Venezuela devendría país ocupado. La resistencia popular iniciaría una guerra de liberación que sólo concluiría con la victoria.

La invasión de los paramilitares no es tema para el recuerdo, sino para la previsión, la acción y la constante alerta.

Artículo: Luis Britto García
Fuente: RNV

domingo, 6 de mayo de 2012

Costa Rica: ‘No me gustó ser un cura de misa y mesa’


Su ideología política es su fiel acompañante. Sus camisetas siempre hacen alusión a personajes caracterizados por su beligerancia social.

Aún así, su pensamiento socialista no lo alejó del Ser Supremo. Rónald Vargas Araya recibió un llamado espiritual y por eso durante 18 años fue sacerdote en Guanacaste.

Él declaró ser un defensor de las causas de las personas más necesitadas.

Por eso mismo, este hombre de 45 años decidió dejar el sacerdocio para entrar de lleno a otra de sus vocaciones: la política.

Pretende hacer una gran campaña para las próximas elecciones del 2014 y así obtener un escaño dentro de la Asamblea Legislativa.

De la iglesia a las papeletas

- ¿Qué lo indujo a tomar la decisión de retirarse de la Iglesia?

Para los católicos, lo moral es lo más importante. Dejan de lado lo social. Ese fue uno de los motivos que hicieron que me volcara a la política. La Iglesia me prohibía ayudar en situaciones muy duras.

- ¿Busca entonces tener más control sobre esas injusticias que menciona?

Sí, quiero transformar estas situaciones de injusticias que mantienen muy mal a esta provincia desde hace varios años.

- ¿Intentará pertenecer a un partido de izquierda?

A mí me hubiera encantado resucitar el partido Confraternidad Guanacasteca, que estuvo vigente en esa provincia en los años 30 y 40. Pero eso es difícil. Me inspiro en el filadelfino doctor Francisco Vargas y retomo sus ideales políticos. Esos pensamientos quiero ponerlos en práctica en el partido Frente Amplio, que es nuevo en la provincia.

- ¿No siente que hay un roce entre la temática que apoya el Frente Amplio y las creencias que tuvo como sacerdote?

A simple vista pareciera que la doctrina que tiene el Frente Amplio tiene muchos roces con el ideal de la Iglesia Católica. La Iglesia es tradicionalista y el Frente Amplio es muy libre en ese sentido, pero sus líderes me han dicho que en el Frente caben todo tipo de pensamientos que respondan al socialismo.

- Si ganara una curul, ¿sería un diputado de mayorías o uno de minorías?

Yo abogaría por las minorías. Entre esas estarían, por ejemplo, los pescadores, los migrantes, los privados de libertad, discapacitados, las amas de casa, las empleadas domésticas y por supuesto, abogaría por el campesinado, que desgraciadamente muere en Guanacaste.

¿Votaría a favor o en contra de proyectos de ley como las uniones de personas del mismo sexo y el aborto?

Son temas muy candentes; muy delicados. En el caso de las uniones homosexuales, yo quitaría la figura jurídica del matrimonio que no va para las uniones de dos personas del mismo sexo. Hablaría de unión de personas del mismo sexo. Eso les daría todos los derechos que da el matrimonio. El aborto no lo acepto por mis principios cristianos. Vida humana hay desde el momento en que se encuentra el espermatozoide con el óvulo, ya que se crea una criatura independiente que no le pertenece ni al padre ni a la madre. Sin embargo, hay circunstancias en las que habría que analizar si es posible el aborto. Por ejemplo: abuso de niños o de personas con discapacidad, entre otros.

- ¿Cuál será la forma suya de hacer campaña política mediante redes sociales?

Va a ser muy digital y bueno, recurriré a lo que en su momento hizo Ottón Solís, como el diálogo ciudadano; conversar en los parques. Somos un partido sin dinero. La cuenta que tenemos aquí en Guanacaste está en cero.

- ¿Cree usted que los devotos que iban a sus misas van a votar por usted?

Se puede dar de todo. Algunos pueden verse traicionados por mi opción política. Pero sigo siendo el mismo. Lo único que no hago es que ya no celebro misa. Yo esperaría que me den su apoyo con el voto. De hecho, voy a comenzar mi campaña con gente de Iglesia. Van a parecer pequeñas celebraciones religiosas.

- ¿Ha pensado en qué haría si no consigue quedar como diputado?

Yo no me quise meter en esto hasta no tener un plan B. Claro, lo he estado preparando. Si no quedo de diputado, me dedicaré a dar lecciones en las universidades en Guanacaste y en algún proyecto con pescadores.

- ¿Volvería a ser sacerdote?

Hay una posibilidad de regresar. El obispo me dijo que si no me casaba, tenía la opción de volver. Veo difícil que regrese, pero sólo los ríos no se devuelven.

Hora de dar la noticia

- ¿Qué le dijo su familia cuando anunció su retiro del sacerdocio?

Esto ha sido duro; ha causado hasta división en la familia. Mi hermano es alcalde de Palmares (Bernal Vargas Araya); mi familia ha sido politiquera. Sin duda, los hombres me han apoyado más; las mujeres no tanto. A mi mamá no le he contado, pues hace unos meses le dio un derrame cerebral y quiero evitar decírselo por ahora.

- ¿Sus compañeros sacerdotes amigos qué le dijeron?

Ellos me dijeron que yo era un sacerdote diferente; que siguiera en la Iglesia. Sin embargo, pudo más el amor a servir al pueblo de otra forma que la fidelidad al sacerdocio. Ya 18 años de sacerdote son muchos. Salgo con una mano adelante y otra atrás. Económicamente estoy mal. Uno sale y no le dan ninguna prestación ni nada de eso. Considero que la Iglesia debería ser más justa con quienes, como en mi caso, nos retiramos del sacerdocio.

El nuevo político

Ronald Vargas Araya

Edad: 45 años

Hermanos: Tiene cinco

Ideología: Socialista

Nació: Palmares, Alajuela

Un deporte: Baloncesto

“Hobby”: Leer y escuchar música trova o clásica. Estudia Derecho, por lo que dedica bastante tiempo a sacar adelante su carrera.

Ídolos políticos: “ Ché” Guevara, Jorge Volio y monseñor Romero.

Ídolos religiosos: El sacerdote Rodríguez, que murió en la dictadura de los Tinoco, el padre Francisco Vargas y el general Jorge Volio.

A quién admira: A todos los grandes luchadores por la paz, como Gandhi y monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Artículo. Carlos Vargas
carlos.vargas@nacion.com
Fuente: Al Día

sábado, 5 de mayo de 2012

Correo del Orinoco ... En la escuela

 El Correo Escolar es un periódico informativo para niñas y niños de primero a sexto grado, que aborda temas de actualidad, política, ciencias, historia, educación, artes, ecología, entre otros.

*Haga click parabajar el Correo escolar 1
http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2011/03/CO_Escolar_01.pdf


Fuente: Correo del Orinoco
http://www.correodelorinoco.gob.ve