miércoles, 15 de mayo de 2013

Nuevo reglamento parcial de la Ley Orgánica del Trabajo de la República Boivariana de Venezuela




El nuevo reglamento parcial de la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y Trabajadores fue decretado por el Presidente Nicolás Maduro el 30 de abril de 2013, y precisa la aplicación de los derechos y deberes de la clase obrera.

El mencionado reglamento viene a normar las conquistas sociales alcanzadas en la novísima legislación laboral impulsada por las trabajadoras y trabajadores venezolanos, aprobada y publicada por el Comandante Supremo de la Revolución, Hugo Chávez Frías.


 * Haga click para bajar documento
http://www.vtv.gob.ve/articulos/2013/05/10/descargue-aqui-el-reglamento-de-la-lottt-4433.html/reglamento-parcial-de-la-lottt-en-gaceta-oficial-no-40.157.pdf/at_download/file



lunes, 13 de mayo de 2013

Gringos y fascistas





El nuevo ministro Miguel Rodríguez Torres se ha estrenado con honores al capturar a un agente extranjero que ha estado conspirando junto al fascismo criollo contra la paz y tranquilidad de nuestro país.

Este Timothy Hallett Tracy de seguro es un experto en “operaciones encubiertas” de las agencias de terrorismo de Estado gringas.

Las empresas de noticias audiovisuales e impresas no han perdido un segundo en salir a defenderlo. Esa es la mayor prueba de que el tipo andaba en algo malo.

Lo primero que hacen los chupamedias del imperialismo en estos casos, es negar la versión patriótica al punto de ridiculizarla. Igual ha hecho con los asedios a centros de salud pública y locales socialistas.
Toda la prensa y televisión enemiga de la patria ya montó su matriz de opinión sacando voces a favor del infiltrado. Que su papá y sus amigos de la universidad dicen que sólo es un “periodista” que vino a hacer un documental. Recordemos que para ingresar a la CIA uno de los requisitos es tener una profesión universitaria.

Ah, pero qué coincidencia, el reportaje es sobre nuestra situación política, y quienes lo “indujeron” a hacerlo son venezolanos que están allá, en Miami.

Rápido que hizo “amigos” el gringo en esta Venezuela polarizada entre bolivarianos y fascistas.
Llamo a nuestra gente chavista a no comer cuento con discursos conciliadores. Los votos de la oposición son muestras de odio hacia el legado de Chávez.

El 14 de abril pasará a la historia como el día que casi se perdió la Revolución Bolivariana. Ellos calcularon muy bien sus pasos y su campaña de engaños, y la quinta columna enquistada en la administración pública más la gusanera que hace negocios con el dinero de todo el pueblo, hicieron su trabajo de zapa, calladitos.
En el Chile de Allende un gringo vendedor de autos, de nombre Michael Townley, fue pieza clave en la trama del Golpe de Estado. Siendo entonces un “joven”, perpetró los atentados contra el general Prats y su esposa en Buenos Aires, y se dio el lujo de matar de un bombazo en plena capital estadounidense al excanciller Orlando Letelier.

Townley, agente de la CIA al servicio del fascismo chileno, interrogado por una jueza argentina el 9 de noviembre de 1999, confesó algunos de los crímenes que cometió durante la Operación Cóndor. 
En estos días de tenso combate patriótico, hay que estar muy pilas, cerrar filas con Nicolás, esforzarnos en el trabajo productivo y político, ejercer la crítica dentro de la máxima lealtad revolucionaria, y no perder de vista a los fascistas.

Artículo: Idelfonso Finol
Fuente: Abrebrecha

viernes, 10 de mayo de 2013

¿Tiene Israel un derecho divino para el territorio que ocupa?








¿Tiene Israel un derecho divino para el territorio que ocupa? 

Muchos evangélicos — probablemente la mayoría, por lo menos en los EUA — defienden desde la Biblia al actual estado israelí. Por los mismos argumentos, rechazan los reclamos palestinos de una parte del territorio que antes ocupaban. Estos evangélicos ven la formación del estado israelí como un evidente cumplimiento profético, maravilloso e impactante, y hasta una prueba de la veracidad de la Biblia. Es, para ellos, también una señal de la pronta venida de Cristo. 

En esa teología sionista-evangélica, “Israel es el reloj de Dios”. En cuanto a este tema, hay algo que me sorprende mucho. ningún pasaje del Nuevo Testamento enseña tal cosa. Jesús profetizó la destrucción de la ciudad de Jerusalén por los romanos (Mr 13; Lc 21; Mt 24), pero no procedió a anunciar la reconstrucción de esa ciudad, mucho menos el establecimiento de un futuro estado israelí. Según la versión en San Lucas, después de su destrucción “los gentiles pisotearán a Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos” (Lc 21:24), A eso sigue, en los tres evangelios sinópticos, no un estado israelí sino el retorno de Cristo. Eso me parecee muy significativo.

 ¿Cómo es posible que las escrituras hebreas (Antiguo Testamento) dicen una cosa, y las escrituras cristianas (Nuevo Testamento) digan otra cosa? Quiero hacer unos comentarios al respecto, sin pretender agotar el tema y las evidencias al respecto. Son numerosos los pasajes del AT que prometen tierra a Israel. A inicios de la historia de la salvación, Dios llamá a Abraham a “la tierra que te mostraré” (Gén 12:1,7) para formar ahí un pueblo como una nación grande (12:2; 18:18).

Los defensores evangélicos del sionismo citan una larga cadena de textos muy explícitos: Yo te daré a ti [Abram] y s tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada… Ve y recorre el país a lo largo y lo ancho, porque a ti lo daré. (Gén 13:15,17; cf. 17:8; 48:3-4) Tú les prometiste [a Abraham, Isaac y Jacob] que a sus descendientes les darías toda esta tierra como su herencia eterna. (Ex 32:13) Tal como le prometí a Moisés. yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. (Jos 1:3-4; cf. Deut 11:24-25; cf. 34:4)

¿No fuiste tú quien les dio para siempre esta tierra a los descendientes de tu amigo Abraham? (2Cron 20:7; cf. Esd 9:12) Cf. entre muchos otros textos Isa 34:17; Jer 7:7; 25:5; Ezq 37:25; Joel 3:20 Siendo tan enfática y tan repetitiva esta enseñanza de las escrituras hebreas. ¿cómo podemos explicar su ausencia en las escrituras cristianas, aun cuando Jesús profetiza la destrucción de Jerusalén? En los tiempos del NT, toda la tierra de Israel estaba ocupada por el imperio romano. Después de la caída de Roma, pasaron largos siglos, hasta el XX, sin existir ningún estado israelí sobre la faz de la tierra. Si la promesa fue “para siempre”. ¿cómo pueden caber tales paréntesis de muchos siglos en una promesa supuestamente perpetua? El requisito primero e indispensable para entender el AT es el de siempre interpretarlo en primer lugar dentro de su propio contexto y sólo después en el contexto del NT o del Siglo XXI. Eso debe aplicarse a la semántica de su lenguaje, la problemática a que responden sus afirmaciones, y el contexto de cada pasaje.

Comencemos con un detalle importante en cuanto al idioma hebreo. Aunque parezca extraño, el idioma hebreo no contiene la palabra “siempre” en su vocabulario, ni mucho menos la palabra “eterno”. Para esa idea empleaba mayormente la frase “por los siglos” o “por los siglos de los siglos” o frases similares. La idea básica de “siglo” (yoLaM en hebreo) es “un tiempo largo”, a menudo “pasado remoto” o “futuro remoto”. Puede ser un período largo sin principio ni fin (“el Dios sempiterno”, Deut 33.27), pero también largo con principio (desde pasado remoto) o con fin (hasta un futuro remoto). La ocupación por Israel de Palestina tuvo un principio y puede tener un fin, en lo que al adjetivo “siempre” se refiere. Por eso, la palabra “siempre” o términos similares en las promesas de tierra no significan necesariamente que dicha promesa constituye un “título de propiedad” para el actual gobierno israelí.

Un pasaje revelador para este tema está en Jeremías 31:

Vienen días — afirma el Señor — en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados… ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo… Así dice el Señor, cuyo nombre es el Señor Todopoderoso, quien estableció el sol para alumbrar el día, y la luna y las estrellas para alumbrar la noche, y agita el mar para que rujan sus olas: Si alguna vez fallaran estas leyes — dice el Señor — entonces la descendencia de Israel ya nunca más sería mi nación especial. — Así dice el Señor — Si se pudieran medir los cielos en lo alto y en lo bajo explorar los cimientos de la tierra, entonces yo rechazaría a la descendencia de Israel por todo lo que ha hecho — afirma el Señor –. (Jer 31:31-32, 35-37)

Este pasaje interpreta proféticamente dos pactos divinos. La primera promesa, en prosa, anuncia un nuevo pacto de Dios con Israel, y específicamente con Judá. Éste nuevo pacto, de carácter ético-espiritual, reemplazará al viejo pacto, anulado por la desobediencia del pueblo. La segunda promesa, en verso, asegura, en los términos más enfáticos, la existencia “eterna” de la nación judía, co-extensiva con la duración del pacto de Dios con la creación (Gén 1;16; 9:8-13).

La primera promesa, del nuevo pacto, se cumple muy explícitamente en la última cena del Señor, cuando declara, “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre… que es derramada por muchos para perdón de pecados” (1 Cor 11:25; Mat 26:28; Luc 22:20; Mat 26:28). Pero, ¡qué sorpresa!, Jeremías no hubiera reconocido este cumplimiento de su profecía. Aquí no hay nada del pueblo de Israel ni de la tribu de Judá, ni de escribir la ley en los corazones. Ahora el nuevo pacto tiene un contenido totalmente diferente. Es un pacto en la sangre derramada del Mesías, de lo que Jeremías no parece haber sabido nada. Es un pacto para la remisión de pecados, algo medular al sentido de la muerte de Jesús pero ausente en la promesa original de un nuevo pacto.

Es indispensable — ¡estrictamente obligatorio!, ¡urgentemente imperativo! — interpretar a cada pasaje del Antiguo Testamento en su contexto histórico, como mensaje profético a sus contemporáneos y no primeramente a nosotros. Jeremías, como los demás profetas en general, quiso comunicar a sus oyentes un mensaje de amonestación y esperanza, de denuncia y anuncio. Si Jeremías hubiera dicho, por revelación divina, “Dios hará un nuevo pacto a un nuevo pueblo, redimido por la sangre del Mesías, y ese pacto se celebrará en algo nuevo que va a llamarse ‘iglesia’”, no hubiera comunicado a sus contemporáneos el mensaje que ardía como fuego en sus huesos.

 Ni Jeremías ni ningún otro profeta hebreo tenían la menor idea de una “segunda venida” del Mesías, largo tiempo después de su primera venida, ni de una nueva comunidad que iba a llamarse “iglesia” a existir entre la primera y la segunda venida. Si entendemos que la esencia de la profecía no era la predicción futurista sino la exhortación y exigencia, entenderemos también que anuncios de la futura existencia de la iglesia o de una segunda venida del Mesías más bien hubiera bloqueado seriamente la comunicación del mensaje. Eran verdades que en ese momento no hacían falta. 

Básicamente lo mismo puede decirse de Jer 31:35-37. En primer lugar, debemos tomar en cuenta que estos versículos son una expresión poética, con alguna dosis de hipérbole, de la fidelidad de Yahvéh para con su pueblo. E igual que el nuevo pacto, Dios lo ha cumplido pero no como Jeremías lo entendía o lo esperaba. El NT describe la iglesia como nación santa, tesoro especial, pueblo de reyes y sacerdotes, y otras atribuciones del pueblo de Dios. 

San Pablo afirma que los verdaderos hijos de Abraham son los hijos de su fe, sean judíos o gentiles, y que los incircuncisos con fe tienen la circuncisión del corazón. Con este nuevo “Israel de Dios” (Gál 6:16) el “Israel” se ha expandido y internacionalizado. A San Pablo, como fiel judío hasta su muerte, le dolía profundamente la condición de su pueblo (Rom 9:2-5; 10:1). Apelando al concepto profético del “remanente”, Pablo afirma que “Dios no rechazó a su pueblo, al que de antemano conoció” (Rom 11:1-2) y que “luego todo Israel será salvo” (11:26). Así queda claro que Dios no ha abandonado a Israel, y que la nación judía sigue presente ante él. Pero una cosa es la nación y otra cosa es el estado. Durante la mayor parte del tiempo después de Jesús, Israel ha sido una nación pero no ha tenido un estado ni ha ocupado territorio.

La promesa de Dios sigue fiel, pero en ningún pasaje del NT esa fidelidad de Dios incluye un estado político y un territorio geográfico, ni mucho menos un ejército armado hasta los dientes. Eso es impresionante porque en la época del NT Israel era colonia de Roma, y otros movimientos sí anunciaban la restitución de un gobierno judío. La actitud hacia el judaísmo en el NT parece ser ambivalente. Juan de Patmos, autor del Apocalipsis, era también judío de nacimiento, palestinense de origen, pero tenía otra actitud. Describe a los judíos de Esmirna y los de Filadelfia como “sinagoga de Satanás”, aparentemente por su colaboración con el satánico imperio romano y por haber delatado a los cristianos ante las autoridades romanos. El mismo Jesús, en su polémica contra los poderosos líderes judíos, exclamó, “Por eso les digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino” (Mat 21:43).

Conclusión:

Los cristianos/as debemos interpretar los textos del AT dentro de su propio contexto original y la semántica de su lenguaje (como p.ej. el término “siempre”), y después buscar su reinterpretación en el NT, a la luz de la venida del Mesías, su segunda venida y el nacimiento de la iglesia.`Bien analizado, ni el AT da base para un derecho divino de Israel a determinado territorio hoy, ni mucho menos la da el NT. Ese error sólo entorpece el análisis del problema entre los israelíes y los palestinos. Ese conflicto debe analizarse, como cualquier otro conflicto político, por los mismos factores históricos, sociales, económicos y éticos, en términos de justicia y promoción de la vida.

Artículo: Juan Stam
Fuente: wordpress.com 

domingo, 5 de mayo de 2013

Canto a Chávez


Yo le canto al hombre que nos enseñó la historia hablándonos de su infancia.
El hombre que evoca con amor su niñez es un torrente de sentires.
Su alma de maestro se pasea por polvaredas donde se sembraron los héroes.
De su garganta testaruda nace la historia de la Patria que lo escucha.
Sus manos, hacedoras inquietas de proezas, blanden libros como golosinas seductoras.

Los libros en sus manos se crecen y nos invita a poseerlos, a beber luz.
La palabra es su arma pedagógica más contundente.

Palabra que viaja desde el pecho digno al aire enamorado de su voz.
Esta patria toda vive enamorada de su fabla.
Su verbo nos alumbró en tiempos penumbrosos y tristes.
Su verbo mutante de maravillosas creaciones.
Su hablar y su andar refundaron un mundo de épica humanitaria.
Libros, historia, sentires, son en su mesa banquete de las liberaciones.

Yo le canto a ese hombre que cambió fusiles por casas y escuelas.
Su heroicidad le viene de tan amoroso que se interna entre los pobres.
Entre nosotros los de su sangre, los postergados, los invisibles de ayer.
Nada más nos nombró y renacimos del olvido asesino de esperanzas.
En su gesta nos descubrimos capaces de construir las utopías.

Nos hicimos soldados de su causa para juntarnos a soñar con él.
Cuántos empellones sorteamos arropados con su brillo.
Un sol erguido en el cenit es su mensaje de redención.
Sólo victorias nos da la unidad que él comanda.

Yo le canto a este hermano de raíces profundas como vientre ancestral.
Su espíritu cantor corre desbocado como venados en la sabana yaruro.
Su corazón infinito abraza la tierra amando libre el amanecer del bien.

Se prenden fiestas de pájaros por donde pasa esa sonrisa traslúcida.
Las maracas alborotadas aletean como mariposas la tarde llanera.

Vibran las cuerdas del cuatro venezolano y trinan copleros como turpiales al viento.
Nuestro hermano redentor va de canoero por Apure rumbo al padre Orinoco.
Conversa con Gallegos y Andrés Eloy, los tres recitan al llano inmenso.
La Amazonía le abre los brazos para que sane el indio enfermo.
Van los chamanes de Amalivaca a cantar ademi en sed de yarake.
Claman los chaimas al mar potente que da alimento.

Bajan del Ande y Perijá guerreros inmortales como un Sabino.
Renace Nigale el cacique añú entre los manglares revividos del lago amado.
Todo lo raigal se une a tu lucha porque nos diste tu corazón de rocío para sembrar.

Por eso yo te canto Comandante de la trinchera hermosa de la vida.
Tu llegada ante nosotros fue súbito despertar de conciencia eterna.
Una lluvia de estrellas en la larga noche de la opresión.

Tu canción corpórea de la solidaridad nos hizo clan del tótem amor.
Hiciste el milagro de saciar las hambres de cuerpo y alma de millones.
Bastó un puñado de tus verdades para sacarnos de las mazmorras.
Tu convocatoria fue elixir de juventud para un pueblo que envejecía de tedio.
El tedio que mata silente tras siglos de traiciones y cepo.

Te canto hoy Comandante hermano, Comandante padre, Comandante tierno
Cuando lloramos con rabia la artera celada que nos arrebató tu canto.
Canto Honor y Gloria eterna a tu paso radiante por la vida.
Canto a tu Obra de mármoles intangibles con columnas perennes de ébano.
Canto a tu pionero pensamiento que desamarra naciones antes sojuzgadas.
Cantamos y juramos que tus órdenes serán realidades sagradas.

Te abrazamos Comandante, te abraza tu Pueblo, que te cumplirá, y siempre cantará con la voz alzada que vos nos regalaste.


Autor: Ildefonso Finol