Divulgar que por el
exceso de oferta mundial, el precio del barril de petróleo venezolano se ha
desplomado de $100 a unos $23, mientras que producirlo cuesta unos $ 18.
Informar que el monopolio
de la producción global de alimentos por unas pocas transnacionales y
los trastornos climáticos han provocado un aumento brutal del precio de la
comida.
Explicar que ninguno de estos cambios es culpa del gobierno venezolano, sino de
megacorporaciones extranjeras enemigas que rigen la economía capitalista.
Exponer que la derecha sólo tuvo un incremento de 4,22% en
su votación y que por falta de un sistema de representación proporcional,
habiendo obtenido sólo 56,2% de los votos, le correspondió 67% de las curules.
Señalar que no hubo un cambio masivo del electorado hacia la
derecha, sino una abstención de grandes contingentes recuperables que antes
votaron por el bolivarianismo.
Detallar el enorme esfuerzo que realiza el gobierno para que
estén disponibles para el pueblo a precios subsidiados combustible, alimentos y
medicinas que a precios de mercado neoliberal serían incosteables.
Comparar los precios venezolanos de alimentos, medicinas y
artículos de primera necesidad subsidiados, con los precios de mercado que se cobra por ellos en países
cercanos.
Demostrar que no es el gobierno quien acapara, esconde
productos y especula con alzas de precios, sino el empresariado que a veces los
compra con dólares otorgados a tasa preferencial.
Publicar las medidas
adoptadas contra comerciantes que acaparan productos y los venden a
precios especulativos o hacen contrabando de extracción.
Divulgar la lista de funcionarios que otorgaron dólares
preferenciales a empresas de maletín para que los dilapidaran en importaciones
fantasmas, el estado de los juicios que se les siguen y las condenas
respectivas.
Difundir la lista de empresarios presos por creación de
empresas fantasmas y obtención fraudulenta de divisas.
Publicitar la lista de sancionados por el bachaqueo
especulativo de productos subsidiados, y la de distribuidores públicos o
privados penalizados por entregarles directamente dichos productos.
Exponer las mejoras sociales, económicas, asistenciales,
educativas y culturales logradas para el pueblo venezolano, que nos han
asignado un Índice de Desarrollo Humano Alto y logrado el Índice de Desigualdad
menor en América Latina.
Revelar el sacrificio y la discriminación que han
introducido en otros países las políticas neoliberales de privatización de la
educación.
Explicar la mortandad por falta de asistencia médica que
acarrearía la privatización de la salud.
Rememorar el desastre que el siglo pasado significó para los
trabajadores la eliminación neoliberal de las prestaciones sociales, la
estabilidad laboral y las indemnizaciones por despido.
Refrescar la memoria sobre la crisis bancaria neoliberal en
la cual los banqueros robaron la mitad del circulante del país.
Demostrar que la privatización de las industrias
estratégicas acarrearía una catastrófica oleada de despidos y la pérdida de la
soberanía.
Publicar las cifras reales, basadas en conteos de cuerpos,
de los homicidios en el país, y no
cifras infladas por “encuestas” de “percepción” que “perciben” que en
2009 ocurrieron 21.132 homicidios, que produjeron 19.113 víctimas (¿¡!?).
Recordar los operativos de seguridad de fin de siglo, que
detenían a todos los habitantes de un barrio para verificar si tenían
antecedentes penales.
Dejar de creer que figuración mediática sustituye trabajo
político.
Evitar copiar las
atrocidades de los medios comerciales: interrupciones a repetición,
interrupciones de las interrupciones, saturación de la pantalla con cintillos,
inserciones y logos chisporroteantes,
vulgaridad, sensacionalismo, chabacanería.
No resucitar cadáveres insepultos de la oposición
convirtiendo sus necedades en noticias.
Utilizar a plenitud el incomparable y mayoritario equipo de
intelectuales y artistas revolucionarios.
Suspender el suicidio de ir inhabilitando a los mejores
comunicadores progresistas.
Articulo: Luis Britto Garcia
Fuente:Prensa CBSCR
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