miércoles, 4 de mayo de 2011

The Guardian de Inglaterra dedicó obituario al Líder ambiental y sindical costarricense Carlos Arguedas


El sindicalista Carlos Arguedas Mora, nació el 27 de julio de 1948; murió 31 de diciembre 2010 que ha muerto de cáncer de 62 años, fue una figura clave en la lucha por la justicia social y ambiental en centro América. Fue uno de los líderes de miles de trabajadores costarricenses de banano de las plantaciones en una huelga histórica en contra de las terribles condiciones en 1984. En la época de la política a la guerra fría, cuando los EE.UU. presionaba a los gobiernos en su patio trasero para frenar lo que se consideraban tendencias comunistas, la represión siguió rápidamente. Carlos fue detenido más de 20 veces por sus actividades sindicales y para las ocupaciones de tierras, y en varias ocasiones sufrieron maltrato durante la detención policial.

En los últimos años, y en el momento de su muerte, fue secretario de Medio Ambiente del SITRAP, el sindicato de trabajadores de las plantaciones en Costa Rica. En este papel expuso y denunció los daños causados a los trabajadores, las comunidades locales y el medio ambiente por la producción de las empresas industriales multinacionales de frutas. Él meticulosamente denunció los accidentes y derrames de productos químicos, en las redes construidas con activistas que protestaban contra las consecuencias de estas sustancias. Este trabajo lo había puesto en riesgo también yaque había recibido amenazas anónimas de la violencia y que estaba siendo demandado por una empresa de piña por su participación en las protestas por la contaminación de los suministros locales de agua con agroquímicos.

Su capacidad de recuperación frente a esa presión vino en parte de sus primeras experiencias. Él nació en la remota zona de Delicias de Turrubares, en el interior de la costa del Pacífico del país, de padres extremadamente pobres que lucharon para alimentar a sus 19 hijos. Recibió sólo la educación primaria y siendo adolecente se puso a trabajar como obrero en la industria bananera. Las condiciones lo radicalizó, y pronto se embarcó en una lucha por los derechos de los trabajadores que habría de extenderse durante casi cuatro décadas.

Al igual que muchos compañeros trabajadores de las plantaciones, Carlos sufrió por su exposición diaria a los rociadores de plaguicidas químicos peligrosos. Él se hizo estéril por el nematicida DBCP mientras trabajaba para la transnacional frutera Dole. DBCP era ampliamente utilizado en América Central, incluso después de haber sido prohibido en los EE.UU... Como compensación por haber sido hecha estéril, recibió 7.500 dólares de la compañía.

Su habilidad para entablar una buena relación con los trabajadores que a menudo se sentía incapaz de hablar abiertamente de ellos fue igualada por su pasión por el medio ambiente. Vivió la campaña por la justicia social y la protección del capital natural de Costa Rica como parte de la lucha misma. Él había comprado una finca cerca de Siquirres, la ciudad que ha crecido en la industria de piña de Costa Rica. Era un apasionado coleccionista de plantas con propiedades medicinales, que compartiría con generosidad, y en el tiempo raro que se dejó para el descanso cuidaba los tucanes. Su tierra estaba llena de vida silvestre, en contraste elocuente de las plantaciones de monocultivo circundante.

Su larga experiencia en el movimiento sindical le había dado una comprensión lúcida de cómo la globalización ha impulsado una carrera contra los trabajadores. A pesar de su falta de instrucción academíca, fue un crítico del modelo neoliberal que había invertido las ganancias dando las mas pequeñas para los más pobres en América Central desde décadas anteriores. Sostuvo que al igual que el comercio del plátano en el pasado y el reciente auge en la producción de piña en Costa Rica, los mercados europeos habían logrado la creación de una distribución de beneficios tan desigual como la carga de sus impactos ambientales.

Entrevistado por el Guardian durante el rodaje de una película sobre la industria de la fruta el año pasadose le preguntó, si su país se ha beneficiado de su comercio de frutas multinacionales por lo cual respomdió:. "Toda la producción de piña lo que ha hecho es generar dinero para las cuentas de las empresas multinacionales de bancos extranjeros y los salarios demasiado bajos para los trabajadores y la destrucción de nuestro medio ambiente. Esto no es desarrollo. En todo caso, se va hacia atrás. “Se espera luchar "hasta la muerte". Y lo hizo, falleció en plena lucha activa por su causa. Le sobreviven su pareja y su hijo e hija.

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