Se acercan los días decembrinos y
navideños, época de celebración y gasto exagerado, inducido por mecanismos del
capitalismo. El Consumismo tiene dos acepciones: Puede referirse tanto a la acumulación, compra o consumo de bienes y
servicios, considerados no esenciales; como al sistema político-económico que
promueve la adquisición competitiva de riqueza como signo de status y prestigio
dentro de un grupo social.
Los dos significados retratan
vivamente lo que ocurre siempre al final de cada año, en Venezuela y en algunos
países de America Latina. El Consumismo es estimulado por la publicidad que
convence al público que un gasto es necesario, cuando se considera un lujo. Además,
una de sus causas es, lamentablemente la falta de identidad de cada una de las
personas, al no conocer sus necesidades esenciales y reales.
El Consumismo, tiene a su vez un
efecto global, al propiciar daño al equilibrio ecológico: Excesivo consumo de
recursos naturales, generando en los procesos de producción: contaminación. El
efecto personal, lo podemos ejemplarizar cuando nos hacemos un jugo de naranja
natural, en lugar de comprar uno en paquete con conservantes y en envases
inorgánicos.
Proponemos entonces unos consejos
para una Navidad sin Consumismo, tratando de resistir el despliegue
publicitario en la Navidad.
Tómese un momento para leer en voz
alta historias de su tradición cultural, para preparar comidas tradicionales y
para comprometer activamente a los niños y adultos en dar, no solo en recibir.
Una forma de sentir el verdadero
espíritu de la Navidad
es desviar la entrega de regalos familiares, hacia la satisfacción de las
necesidades de otros. Encuentren una familia con menos recursos que ustedes y
denles regalos que necesiten.
Para empezar a reivindicar la Navidad podemos comprar
productos ecológicos, comprar productos nacionales, comprar productos usados y,
sobretodo, lo más importante es comprar menos.
Dar regalos que no son adquiridos
en las tiendas y que demuestren a las personas que se los damos, que importan y
que tomamos en cuenta sus gustos.
Dar regalos que promuevan el Juego Creativo y no el juego
con juguetes electrónicos y
bélicos, que promueven la violencia y sexo. NAVIDAD ES
SOLIDARIDAD!
Articulo:José Amesty
Fuente: Prensa CBCR
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